El diseñador libanés, Elie Saab, como es de esperar, nos ha vuelto a enamorar con sus vestidos largos de alfombra roja. Con un estilo glamouroso y sofisticado su colección no dejó indiferente a nadie. Contagiado por la tendencia de la próxima temporada de feminidad, flores y tejidos delicados y decorativos como la organza, el tul o la pedrería, pudimos ver vestidos de cortes lánguidos o de cuerpos ceñidos y faldas acampanadas.
Variaciones de encajes de chantilly en las mangas, cinturas muy marcadas y largos muy largos que arrastran al suelo. Vestidos con capas de organza bordados con aplicaciones de pedrería, con cuellos redondos o palabra de honor. Siluetas más alargadas con sensualidad y transparencia manteniendo la simplicidad y feminidad. Más volumen apareció con tules y faldas de bailarina contrastando con cuerpos muy ajustados.
La carta de color en tonos suaves, pasteles, el blanco,azul cielo, vainilla, gris perlado se rompía totalmente con colores fuertes como el rojo o negro (colores, por cierto más reclamados en la alfombra roja)
Como en todo desfile de alta costura, el cierre lo pone el vestido de novia, y en este caso no me quiero imaginar quien será la próxima princesa que luzca este modelito en su boda, menuda catedral habrá que conseguirle…
No les cuento nada nuevo diciéndoles que este diseñador es de los más vistos en la alfombra roja, y con la entrega de Oscars a la vuelta de la esquina, me imagino a todas las estilistas fichando trajes para vestir a algunas de las cellebrities. Ahora, siendo muy sinceros, por más devoción que tengamos por este diseñador también he de reconocer que sus colecciónes no varían demasiado entre una temporada y otra. Como muestra, un botón:
